“Cuando empiezo un libro, no sé bien adónde voy. Estoy igual que el lector, no sé nada y la cosa se va definiendo poco a poco, a medida que uno avanza. Es como conducir un coche sin ninguna visibilidad, uno no sabe si está al borde del barranco o en una autopista»
“Hablo de cosas dolorosas y de las que quiero liberarme de una vez por todas, de cosas que me son extrañas pero que me han afectado…»
“Nunca pensé hacer otra cosa (…) No tenía ningún título, ni ningún objetivo concreto. Pero es difícil para un escritor joven empezar tan pronto. En realidad, prefiero no leer mis primeros libros. No es que no me gusten, pero ya me reconozco a mí mismo, como un actor viejo que se ve a sí mismo actuando de joven»
”Durante un tiempo he tenido un sueño recurrente: sueño que ya no tengo que escribir más, que soy libre. Pero, vaya, resulta que no soy libre, que sigo despejando el mismo terreno, con la impresión de que nunca se acaba»