La nieta del señor Linh podemos decir que es un «pequeño gran libro». Se trata de una historia tierna y conmovedora de desarraigo, amistad y soledad.
El desarraigo se da como consecuencia de un conflicto bélico y el traslado de refugiados a un país de acogida.
“Por fin, un día de noviembre, el barco llega a su destino. Pero el anciano no quiere bajar. Abandonar el barco es como abandonar definitivamente lo que todavía lo une a su tierra”.
“El señor Linh aspira el olor del nuevo país. No huele a nada. No hay ningún olor. Es un país sin olor”.
“En el muelle hay centenares de personas como ellos. Viejos y jóvenes esperando dócilmente, junto a su escaso equipaje, a que les digan adónde ir y pasando un frío como nunca han pasado. Nadie habla. Son frágiles estatuas de rostro triste que tiritan en absoluto silencio”.
En ese país es donde dos personas que no hablan el mismo idioma logran tener un nivel importante de comunicación a través de la expresión de su cara y sus ojos, así como del tono de la voz y la expresión corporal.
Lo más emocionante de esta obra es esta relación de profunda amistad entre dos desconocidos que no hablan el mismo idioma. Son dos personas que se encuentran de una forma absolutamente casual y que son capaces de crear un vínculo irrompible. Los dos personajes se reconocen como dos personas solitarias con ganas de confiar en alguien.
Tanto el señor Linh como el señor Bark han perdido su “mundo”. Aunque el señor Bark tiene la ventaja de encontrarse en su terreno. Por eso, encontramos también el tema del desarraigo.
“El señor Linh se deja mecer de nuevo por la voz del desconocido, que no obstante es un poco menos desconocido que ayer, y al que escucha sin entender una sola palabra”.
“Cuando el señor Bark habla, el señor Linh lo mira y escucha con mucha atención, como si lo comprendiera todo y no quisiera perderse nada del sentido de sus palabras. Lo que comprende el anciano es que el tono del señor Bark trasluce tristeza, una profunda melancolía, una especie de herida que la voz subraya, acompaña más allá de las palabras y el lenguaje, algo que la recorre como la savia recorre el árbol sin ser vista”.
Así que, podríamos decir, que esta obra trata sobre la amistad pero también del drama de la guerra y de los refugiados y de la fuerza de voluntad y la superación. Es una historia emocionante y triste al mismo tiempo.
En la narración Phillipe Claudel utiliza un lenguaje sencillo y escueto. Con pocas palabras consigue que el lector sea capaz de visualizar la situación. El autor sugiere más que cuenta. Es una historia de gestos y silencios.
El autor deja abiertos muchos elementos. ¿En qué país se encuentran? ¿De qué país procede el señor Linh? ¿De qué conflicto bélico hablan?
Claudel consigue imprimir de forma muy vívida una sensación claramente oriental al comportamiento del señor Linh. Este personaje transmite dulzura, tranquilidad, discreción, y mucha fuerza de voluntad.
Asimismo, consigue con su lenguaje mostrar los dos mundos a los que pertenece cada uno de los protagonistas. El comportamiento es claramente oriental en uno y occidental en el otro. Pero esto no impide la absoluta comprensión entre ellos ante su soledad y la pérdida de su mundo. Son dos seres humanos que viven la soledad.
Como ya hemos anticipado, la historia tiene dos personajes principales. El señor Linh y el señor Bark.
El señor Linh es un anciano, que al llegar a lo que parece ser un país occidental, que podría ser europeo, en particular Francia, o americano, se muestra desconfiado por su desconocimiento del país y por el miedo a que le separen de su nieta. Por eso, el señor Linh intentará protegerla de cualquier peligro. Ella es el único miembro de su familia que ha sobrevivido. Le cantará constantemente una canción popular de su país, como símbolo de conservación de su identidad y para transmitirle el pasado, que pasa a través de él, hacia la esperanza en el futuro, representada por la nieta.
El señor Linh es un hombre solo, que ha sufrido los desastres de una guerra por la que se ha visto obligado a abandonar su casa y su país. Además, a consecuencia de la guerra ha perdido a toda su familia menos a su nieta.
«Y comprende que está solo en el mundo con su nieta. Solos los dos. Que su país está lejos. Que su país, en cierto modo ya no existe. Ya no es mas que fragmentos de recuerdos y sueños que solo sobreviven en su cabeza de hombre viejo y cansado»
El señor Bark es un hombre bueno que se encuentra en su propio país y en su ciudad y que le encanta fumar. Además, se encuentra en una situación parecida de soledad, debido a la muerte de su mujer.
El narrador de esta obra es omnisciente y el tiempo y el espacio quedan sin determinar, como si el autor quisiera presentar un problema universal de dos soledades que se encuentran y son capaces con gran generosidad de entablar una amistad.
En cierto modo, podría recordar a la historia de Marguerite Duras El parque, que como esta obra, trata de dos soledades que se encuentran en un banco en un parque.
Ante este texto se pueden plantear interpretaciones opuestas y contradictorias. ya que los símbolos y las metáforas da un amplio margen de libertad al lector.
La obra presenta un conjunto de supuestos que están relacionados también con las vivencias del lector, con su entorno, en definitiva con su posibilidad de extraer diversos sentidos al texto.
Al analizar la obra desde situaciones posibles creamos una hipótesis posibles basadas en los hechos mismos de la obra, en sus personajes, en su localización geográfica, en sus situaciones.
El autor ha elegido qué narrar y qué dejar a la imaginación del lector, lo que le permite a este jugar con distintas posibilidades.
Este tipo de estructura permite la construcción de distintos mundos. Las posibilidades quedan abiertas. Esto se contrapone a la literatura del diecinueve que creaba mundos cerrados dónde el relato da todo al lector y no queda la posibilidad de imaginar distintos mundos dependiendo de las experiencias del lector.
Lo que sabemos seguro es que Linh es un refugiado que ha sido víctima de una guerra y que no le queda nada más que un poco de tierra en una maleta y por supuesto su “nieta”. No le queda nada. Está a miles de kilómetros de su aldea que ya no existe. Está a miles de días de una vida que fue hermosa y feliz pero que solo es un recuerdo.
También sabemos que aunque la nieta no tiene un papel activo debido a su edad juega un papel importantísimo en el desarrollo de la historia. Incluso el título de la novela se refiere a la nieta como elemento principal de la obra. Después de haberlo perdido todo, su mujer, su hijo, su hogar y su aldea, no tiene nada más que aquella niña. De esta manera Linh se aferra a ella para no ser un desarraigado completo.
Hacia el final de la obra cuando Linh va andando por la ciudad con su nieta en brazos, como si fuera un tesoro, buscando a su amigo y lo ve sentado en el mismo banco donde lo esperaba todos los días. Linh no puede contener su emoción y se lanza a cruzar la calle en el momento en el que un coche se le acerca corriendo y lo atropella.
El señor Bark es testigo de la desgraciada escena y se apresura a recoger a la “niña” que ha quedado intacta. La historia se detiene así bruscamente y todo se precipitará hacia el final de la obra. En ese momento tenemos la certeza de que el señor Linh a venido solo desde su país pero la amistad abre una nueva esperanza