Algunas pinceladas que pueden ayudar en la lectura del Quijote
El Quijote se organiza en dos partes, que abarcan tres salidas con diferente extensión. Las dos partes tienen prólogo y sucesivos capítulos. En la primera parte se narran las dos primeras salidas y consta de 52 capítulos. La segunda cuenta la tercera salida y esta formada por 74 capítulos.
Ambas partes mantienen un paralelismo. Tras unos capítulos introductorios, al protagonista le suceden una serie de aventuras. En un momento dado, Don Quijote llega a algún lugar en donde sucede algún hecho literario. Al final de las tres salidas, Don Quijote vuelve a casa derrotado y desengañado.
Entre las dos partes, existen algunas diferencias. La primera, está escrita con mayor espontaneidad, en ella las aventuras suceden sin un plan aparente. En la segunda, todo parece suceder según un plan trazado. Además, en esta segunda parte, cerca del final, hay una serie de capítulos que hablan sobre el Quijote de Avellaneda. Este Quijote es apócrifo y apareció publicado en 1614, firmado con el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda. Esta obra era, literariamente, muy inferior a la de Cervantes. Además, hace una sátira del verdadero Quijote y revela la indignación que la publicación de la primera parte había causado en algunos círculos literarios. Así que, Cervantes tiene la oportunidad de replicar a este Quijote “impostor” en su segunda parte.
En la obra se presentan elementos característicos de la narrativa de la época inmediatamente anterior, especialmente de los libros de caballerías. Algunos de estos elementos son: El amor cortés, en el que el caballero se siente ligado a su dama, de tal forma que de ella recibe la fuerza para emprender sus actuaciones. Asimismo, utiliza algunos elementos como los molinos de viento o el barco encantado, típicos de la narrativa del XVI. Otro tema, también característico, era el tratamiento de la locura.
A pesar de todas estas coincidencias con la literatura de su tiempo y del inmediatamente anterior, Cervantes introdujo elementos novedosos en su narrativa. El protagonista es un personaje mayor frente a los caballeros andantes vigorosos de los libros de caballerías. Estos libros ofrecían un mundo idealizado, mientras que Cervantes utiliza para su obra la realidad más inmediata. Aunque, utiliza en numerosas ocasiones las transformación de la realidad, pero no con un mundo ideal, sino con un mundo ficticio.
El tema del Quijote es la vida humana. Durante esa vida hay momentos de realidad, sueño, amor, inquietud, dudas existenciales, etc. Por este motivo, la obra no pasa de moda. Los temas son eternos y el tratamiento muy moderno. Para esto, Cervantes se sirve de la España de principios del XVII. Así que, en ella, aparecen una gama de tipos sociales típicos del momento: pastores, campesinos, venteros, mozas, estudiantes, hidalgos, clérigos, bandoleros, nobles, moriscos, cómicos, etc.
Algunos de los muchos temas de la obra son: la locura de Don Quijote, su sentido de la justicia, el amor por Dulcinea, Su relación con Sancho, la necesidad de diálogo como consuelo, la inocencia de los personajes principales, la ficción dentro de la ficción, el camino hacia la cordura, el ansia de libertad, la relación entre Sancho y Teresa, el regreso y muerte de Don Quijote, etc.