El Castillo blanco

2 de octubre de 2017

El Castillo blanco es una obra del escritor turco Orham Pamuk. La obra está ambientada en la Turquía del siglo XVII y es la historia de un joven científico veneciano que es capturado en un barco por los turcos. Este pasará a ser esclavo de un bajá que posteriormente lo cederá a un astrólogo, “El maestro”, con el que convivirá durante gran parte de su vida.  
 
 
El Castillo Blanco es la tercera obra de Orham Pamuk tras la publicación de Cevdet Bey y sus hijos y La casa del silencio
 
Esta obra apareció publicada por primera vez en España en 1994 traducida del inglés por Margarita Cavándoli con el título de El astrólogo y el sultán. En este momento, podemos disponer de una traducción directa que nos permite apreciar la obra en su plenitud.
 
La obra está estructurada en tres partes: un prólogo donde el aparente escritor de la obra, Faruk,  cuenta como se fraguó la novela; once capítulos donde el autor desarrolla la historia del joven científico veneciano y “El maestro” y una última parte donde el propio Pamuk hace un comentario sobre la novela.
 
La obra tiene forma de novela histórica, aunque no parece que contar un hecho histórico fuera realmente la intención de Orham Pamuk. 
 
Algunos de los datos que van surgiendo a lo largo de la trama se pueden considerar históricos pero otros no están documentados o no sucedieron realmente así, sino que son producto de la imaginación del autor.
 
Realmente, el autor no parece querer centrar la atención del lector en los datos históricos. Estos son solamente la excusa sobre la que se desarrollarán otros temas.
 
Estos otros temas de los que trata Pamuk en esta obra son: la confrontación entre tradición e innovación, el conflicto entre oriente y occidente, el deseo de ser otro, la búsqueda de la verdad, reflexiones a cerca del “yo”, entre otros.
 
La obra está contada en primera persona por el joven científico veneciano, lo que en algunos momentos, facilita la identificación con el personaje al que el lector se siente más ligado y cercano.
 
La prosa de Pamuk es una prosa directa y eficaz, sin excesivos lirismos y centrada especialmente en el desarrollo psicológico de los personajes, que en la obra son el joven veneciano y “El maestro. Estos son personajes redondos que evolucionan a mediada que la obra avanza. Así mismo, tenemos otros personajes como el sultán que lo veremos crecer de niño a adulto, así como el bajá.
 
La historia trata de dos hombres extraordinariamente parecido físicamente. A los dos les une el deseo de alcanzar la verdad en todos los sentidos y después de mucho observar en su interior, a los dos les moverá el deseo de ser otros. Uno de estos dos hombre es un joven científico veneciano que había sido capturado por los corsarios turcos y que pasará una temporada como esclavo del sultán que, más adelante, lo entregará a un astrólogo al que llaman “El maestro”. 
 
Pamuk utiliza la coincidencia de parecidos para realizar una reflexión sobre el “yo” y el exceso de introspección. “El maestro” y el joven científico al mirarse en el espejo y observar lo que cada uno escribe, incluso, a veces llegan a asustarse porque no encuentran el límite de donde termina uno y empieza el otro. Ambos se preguntan si son ellos mismos o el otro.  
 
Se podría hacer una comparación de la relación entre estos dos hombres y la existente entre Oriente y Occidente. El joven veneciano representa a Occidente y “El maestro” a Oriente. Ninguno de los dos desea ponerse en el lugar del otro. Constantemente hay una lucha de egos por la primacía entre ambos. Pero, ¿quién es realmente superior al otro? Esta lucha de poder y el rechazo a identificarse con el otro lleva en muchas ocasiones a la violencia. ¿Es esto parte de la razón del conflicto entre Oriente y Occidente?.
 
Para Pamuk, las dos culturas deben convivir, aunque en muchos momentos se rechacen, incluso, de forma violenta. Ambas deberán encontrarse para ser ellas mismas y avanzar. 
 
La novela, en un sorprendente giro, cambiará la vida de los dos personajes principales. “El maestro” terminará desarrollando su vida en Occidente suplantando al joven veneciano y lo mismo le sucederá a este último que terminará su vida suplantando al maestro en Oriente.
 
Con este giro el autor, tal vez, quiera mostrarnos que no hay mejor manera de perder los prejuicios y llegar al conocimiento de otra cultura que hacer una inmersión en ella.
 
En cuanto a la técnica narrativa utilizada por Pamuk, se debe añadir que emplea el recurso del manuscrito encontrado por el autor. Este es el mismo recurso que Cervantes utilizó para escribir El Quijote y que era una técnica frecuentemente usada por muchos escritores de libros de caballerías.
 
El mismo autor nos dice, en la última parte del libro, su deseo de hacer un homenaje a Cervantes. Esto queda reflejado en sus capítulos primero y último:
 
-Capítulo primero: “Solo uno de ellos atrajo mi atención: había perdido el brazo pero aún tenía esperanzas; decía que uno de sus antepasados había vivido las mismas aventuras, aunque no había llegado a perder por completo el brazo, y que luego se había salvado y había escrito una novela de caballerías, así que él creía que también se salvaría para poder hacer lo mismo.”
 
-Último capítulo: “Pero debíamos buscar lo extraño y lo sorprendente en el mundo, ¡no en nuestro interior! Rebuscar de aquella manera dentro de nosotros mismos y pensar tanto en nosotros nos hacía desdichados. Y eso era lo que les había ocurrido a los personajes de mi relato: por eso los protagonistas no podían soportar ser ellos mismos y siempre querían ser otros. Luego me planteó: supongamos que los sucesos de esta historia son reales, dijo, ¿acaso era capaz de creerme yo que esos hombres que ocupaban el lugar del otro podrían ser felices en sus nuevas vidas? Guardé silencio. Luego, por alguna extraña razón, me recordó un detalle de mi historia: ¡no debíamos dejar que nos descarriaran las esperanzas de un esclavo español manco! Si lo hacíamos, nos convertiríamos en otros distintos a fuerza de escribir ese tipo de historias y de buscar en nuestro interior, y, Dios no lo quisiera, lo mismo les ocurriría a nuestros lectores, No quería pensar si quiera en lo horrible que sería ese mundo en el que la gente siempre hablara de sí misma, de sus rarezas, en el que los libros y las historias siempre trataran de eso.”
 
En mi opinión, en este fragmento del último capítulo queda resumida la esencia de la obra.
 
En esta novela, como en casi todas sus obras, Pamuk plasma su preocupación por el desarrollo de Turquía. 
 
Esta preocupación y algunas opiniones vertidas en entrevistas realizadas para medios extranjeros es lo que le llevo a verse envuelto en algún conflicto en su país, por lo que se exilió, por un corto espacio de tiempo, en Estados Unidos.
 
La concesión del Nobel en 2006 le ha traído un cierto estatus intelectual a nivel internacional, lo que, en cierta manera, le ha servido de protección.