El siglo XIX es una época de grandes transformaciones ideológicas y estéticas que cambiarán el mundo del arte. Este siglo fue una de las épocas de mayor productividad de la literatura francesa. Esta recorrió en tan sólo un siglo el camino desde el romanticismo hasta el simbolismo pasando por el realismo y naturalismo. Durante el siglo XVIII, la literatura francesa se concentró en escribir ensayos y epístolas. Sin embargo, en el XIX los géneros más importantes fueron la poesía, la narrativa y el teatro, aunque sin duda el género predominante fue la narrativa. Durante los primeros años del siglo, la literatura francesa se vio influida por el romanticismo alemán del siglo XVIII y por las consecuencias de la Revolución Francesa (1796). En este período, los escritores franceses se centraron en escribir sobre la libertad, el amor y la naturaleza a la vez que les interesó todo lo marginal, lo extravagante, lo exótico y lo misterioso. Los escritores románticos dieron preponderancia al fondo sobre la forma que, aunque no podamos calificarla de descuidada, no resultaba tan cuidada como en períodos posteriores. Hacia 1848 se inicia una reacción contra el romanticismo, surgiendo el realismo. La literatura realista es mucho más cuidadosa en sus formas. Es una literatura muy descriptiva, sin idealizaciones, objetiva. Estas obras están protagonizadas por personajes de clase media o popular y trata temas sociales. Tras la revolución de 1848 y el eclecticismo, brota un pensamiento más naturalista que los novelistas imprimirán en sus obras. El naturalismo tiene mucho de realismo pero sus descripciones son más científicas. Aunque sus personajes siguen perteneciendo a la clase burguesa realizan una fuerte crítica a esta clase social por medio de ironías y sarcasmos. La narrativa sigue siendo el género preferido por los naturalistas. Finalmente el siglo terminará con el movimiento simbolista. El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX. Este movimiento se originó con un manifiesto literario, publicado en 1886, en el que se definía el nuevo estilo en contra de la falsa sensibilidad y la descripción objetiva y por tanto de la literatura impersonal.(Pilar Aguilar)