Harper Lee nació en 1926 en Monroeville, una pequeña localidad, en el Estado de Alabama en los Estados Unidos. Hija de un abogado amigo de la familia Truman Capote con quien entabla amistad en la escuela primaria de Monroeville, en los años treinta. Comenzaron a escribir como un juego con una vieja máquina Underwood, regalo del padre de Harper Lee. Aunque Capote se trasladó a vive a Nueva York durante sus estudios de secundaria, siguieron manteniendo la amistad, porque él regresaba todos los veranos a Monreeville, sirviendo esta situación para la construcción del personaje de Dill en «Matar a un ruiseñor». Harper lee estudió Derecho en la Universidad de Alabama, licenciándose en 1949. Trabajó en una revista de humor del Campus de la Universidad, Rammer Jammer, convirtiéndose en su redactora jefe. Su padre pensaba que permanecería en Alabama para convertirse en una abogada de éxito local como su hermana Alice y como él mismo, pero Harper Lee prefirió elegir el camino de la literatura. En cierto modo, la pasión por la escritura la heredó de su padre que, durante años, editó el periódico local de Monroeville. Ya, en la escuela secundaria tuvo una profesora que acrecentó en ella la pasión por la lectura y la escritura. Sus preferencias se focalizaban en la literatura británica del XIX y como ella misma declaró: «mi ambición es convertirme en la Jane Austen de Alabama». En los cincuenta se trasladó a vivir a Nueva York para trabajar en una compañía aérea. Transcurrieron ocho años hasta que consiguió que un editor se interesara por el manuscrito de su novela. Fue Tay Hohoff, editor de JB Lippincott, quien primero mostró interés indicándole algunas modificaciones que debía realizar. Para esto contó con la ayuda de su amigo Truman Capote. La novela vio, finalmente, la luz en 1960, ganando el premio Pulitzer en 1961. La historia fue llevada al cine por Robert Mulligan con gran éxito, interpretada entre otros por Gregory Peck. Sus fans siempre esperaron una segunda parte que nunca llegó. Le presentaron otros proyectos pero no los aceptó. Colaboró, con Truman Capote en las investigaciones de un caso en Kansas para la novela «A sangre fría». Mantuvo la amistad con él durante las décadas de los sesenta y setenta, hasta que él se dejó llevar por el alcohol y se introdujo en ambientes que a Lee no le gustaban. Se distanciaron de tal forma que no volvieron a verse. Cuando Capote murió en 1984, Lee declaro que hacía años que no sabía nada de él. Abrumada por el éxito de su libro, no quiso vivir la fama, que ya conocía por su amigo Capote y regreso a Alabama, viviendo una vida de total privacidad, concediendo muy pocas entrevistas, a lo largo de los años. Su único libro «Matar a un ruiseñor» ha vendido más de treinta millones de copias y ha sido traducido a dieciocho idiomas. En el año 2011 el presidente Obama le otorgó la Medalla Nacional de las Artes. En una entrevista concedida en 1964 Lee declaró: «La escritura es un proceso de autodisciplina que uno debe de aprender antes de poder decir que es escritor. Hay gente que escribe pero creo que muchas veces no es realmente la gente que debería escribir».(Pilar Agular)