Raymond Douglas Bradbury nació el 22 de agosto de de 1920 en Waukegan, Illinois. Vivió siempre rodeado de libros, ya que su familia tenía una editorial de libros y revistas. Sus padres desarrollaron la costumbre de leerle todos los día antes de dormir y desde muy pequeño, historias de Edgar Allan Poe, Hawthorne, Stevenson y otros autores. Su obra tuvo una profunda influencia europea provocada por su madre que era sueca. Con tanta aventura, la imaginación de Bradbury se desarrolló muy tempranamente. Al mismo tiempo, en sus ratos libres, se dedicaba a fomentar sus otras aficiones: la magia y el cine de terror. En 1932 su familia se mudó a Arizona, después de haber perdido a un hermano y una hermana. Allí Ray comenzó a leer y familiarizarse con algunas publicaciones de ciencia ficción de los años 30. Esas publicaciones desarrollarán, aun más, su brillante imaginación. En ese momento, comenzó a escribir sus propias historias de ciencia ficción. Trás pasar dos años en Arizona la familia se trasladó nuevamente, esta vez a California. Publicó sus primeros relatos y algunos poemas en la revista del instituto al que asistía en Los Ángeles. Allí descubrió también, autores como Hemingway y Thomas Wolf. Bradbury escribió poemas, relatos, novelas, obras teatrales, guiones cinematográficos y televisivos. En un principio escribía sobretodo relatos de fantasía y terror. Muchos de estos relatos los ambientó en Irlanda tomando como modelo a los escritores de la Generación Perdida. Unos años más tarde, asistió, también en Los Ángeles, a una importante convención de ciencia ficción que cambiará su vida. Este evento le impulsó a escribir casi de forma compulsiva. Envió todos aquellos relatos a los autores que conoció en la convención. Se graduó en Los Angeles High School, en 1938 pero no pudo asistir a la universidad por razones económicas. Comenzó a trabajar como vendedor de periódicos, aunque seguía escribiendo y formándose de manera autodidacta, por lo que pasaba la mayor parte de su tiempo libre en la biblioteca. En sus inicios, alrededor del año 1940, vendió sus relatos a algunas revistas, con los que posteriormente se hizo una recopilación “Dark Carnival” en 1947. Ese mismo año se caso con Marguerite McClure con la que tuvo cuatro hijas. Curiosamente conseguirá cierta notoriedad con un relato, que no era de ciencia ficción, publicado en una conocida revista, con el que recibirá el reconocimiento de autores absolutamente ajenos a este género. Desde ese momento sus relatos se publicarán con cierta frecuencia en acreditadas publicaciones. En 1942 decide abandonar su puesto de trabajo, como vendedor de periódicos para dedicarse de forma profesional a la escritura. Como escritor profesional irá abandonando poco a poco los temas de fantasía y policiacos y se centrará en la ciencia ficción aunque no focalizándolos en los avances científicos sino en la psicología de los personajes. En 1950, reunirá una serie de relatos que había ido escribiendo sobre la vida de los marcianos y su extinción y que también hablaban sobre la soledad y el miedo. Pero no sólo los reunirá sino que transformará sus trabajos independientes y los estructurará para que adquieran cuerpo de libro. Estos se publicarán con el nombre de “Crónicas Marcianas”, pudiéndose leer, estos relatos, como capítulos de una novela. Desde entonces, afincado siempre en Los Angeles, Ray Bradbury seguirá escribiendo otros libros como: Las manzanas doradas del sol, El hombre ilustrado, Fahrenheit 451, Medicina para la melancolía y Las máquinas de la alegría, hasta su muerte. Bradbury llegará a ser considerado por la crítica como uno de los escritores con más talento de la narrativa estadounidense del siglo XX. Con su extraordinaria prosa, sobrepasó el marco de la ciencia ficción. Se ha hablado mucho de su prosa poética dentro de su género. Aunque, a la hora de clasificar su obra deberíamos colocarla dentro del género de la ciencia ficción de su época, como Arthur C. Clark, Isaac Asimov, Paul Anderson y el que él consideraba su maestro Henry Kuttner entre otros, su obra es casi inclasificable. Podríamos decir que se trata de una novela de ciencia ficción, psicológica y de introspección. Las influencias más apreciables en su obra son de escritores como Lewis Carroll, Edgar Allan Poe, Bram Stoker, Nathaniel Hawthorne, R.L. Stevenson, H.G. Wells, Franz Kafka o H.P. Lovecraft, Así como las narraciones breves de Hemingway. Bradbury ha trabajado también como guionista en diversas series televisivas y películas. Las más destacables han sido: la adaptación que realizo de Moby Dick que dirigió John Huston en 1956 y por supuesto Fahrenheit 451 de François Truffaut de 1966. Como curiosidad, podemos decir que se le ha dado su nombre a un asteroide, el 9766, al que se ha calificado “Bradbury” en su honor. Ray Bradbury falleció en junio de 2012 a los 91 años de edad, en Los Ángeles, California. En su lápida funeraria esta escrito el epitafio: “Autor de Fahrenheit 451” (Pilar Aguilar)