12 de marzo de 2022

Soldados de Salamina – Breve apunte

Soldados de Salamina es una obra del escritor español Javier Cercas. La obra se publicó en el año 2001 y fue el primer éxito editorial de la literatura española del siglo XXI.
El título de la novela hace referencia a la batalla de Salamina como algo remoto, la misma sensación que a los españoles del siglo XXI les produce la Guerra Civil.
Esquilo prefirió llevar al teatro la amargura de la derrota de los persas más que la alegría de la victoria de los griegos. De este hecho podría partir la idea de presentar como héroe al derrotado y viejo Miralles, que es un héroe olvidado, de uno de los acontecimientos más tristes de la Historia de España.
“Es curioso (o por lo menos me parece curiosos ahora): desde que el relato de Ferlosio despertara mi curiosidad nunca se me había ocurrido que alguno de los protagonistas de la historia pudiera estar todavía vivo, como si el hecho no hubiera ocurrido apenas sesenta años atrás, sino que fuera tan remoto como la batalla de Salamina.” pag. 41
Es una novela innovadora entre otros factores porque se encuentra en los límites entre la ficción y la realidad.
Otro elemento innovador es la figura del autor-narrador integrada en el texto,  al menos con la implicación presentada por Cercas. No es que el personaje principal, Javier Cercas, sea exactamente la persona real Javier Cercas. No es el autor mismo, sino una representación lingüística con muchos puntos en común con el hombre de carne y hueso. Aunque su circunstancia vital no sea paralela a la del Javier Cercas real que en este momento ni había perdido a su padre, ni le había abandonado su mujer, ni realmente había decidido abandonar la escritura.
Según declara el propio Javier Cercas, en la novela, el autor y el narrador tenían que llevar el mismo nombre porque si todo el mundo como Sánchez Mazas, los Figueras, Ferlosio, Trapiello, Bolaño, etc. aparecía con su nombre real, si el protagonista no fuera Javier Cercas, todo el mecanismo literario hubiera dejado de funcionar.
La obra está estructurada en tres capítulos distintos:
La primera parte, «Los amigos del bosque», presenta al escritor y periodista Javier Cercas, personaje, en un momento poco favorable de su vida. Había muerto su padre hacía poco, su mujer le había abandonado y él había dejado de escribir. El protagonista, escritor fracasado, está buscando una historia que le ayude a salir de una mala situación económica y anímica. Javier Cercas encontrará la historia, que le llevará a investigar más allá de la primera narración que le ofrece Rafael Sánchez Ferlosio de la historia de su padre durante la Guerra Civil.
La segunda parte, “Soldados de Salamina”, es donde se desarrolla la historia que le lleva tanto al autor como al personaje a escribir el libro. Cercas narra los acontecimientos que le sucedieron a Sánchez Mazas al final de la Guerra Civil.
La tercera parte, «Cita en Stockton», es una nueva búsqueda de otra historia diferente pero que funcione como la pieza final y fundamental que le hace falta a Javier Cercas, personaje, para terminar su libro.
En esta tercera parte Javier Cercas, escritor, plantea al lector una pregunta de la que no da respuesta, lo que él ha llamado el punto ciego de una obra. El autor plantea un problema que no resuelve, pero que abre vías de reflexión. Cada lector hará una lectura distinta dependiendo de su experiencia vital. La pregunta que plantea esta obra es: ¿Por qué decidió el miliciano republicano salvar a Sánchez Mazas? ¿Quién era aquel miliciano? Tal vez ahí se ve el sin sentido de la guerra, en las individualidades. Quizá Sanchez Mazas y el miliciano republicano no eran mas que dos hombres que se miran a los ojos y realmente no se odian.
Como ya hemos dicho, la novela se desarrolla en tres capítulos, pero no son tres capítulos lineales, sino que el primero y el tercero forman un marco envolvente que arropa la narración del suceso, aparentemente, principal de la obra. Este marco aporta la posibilidad de analizar un acontecimiento olvidado, desde el presente. El marco permite envolver un hecho histórico con elementos procedentes de la actualidad. De esta manera, se puede revisar el pasado desde la intrahistoria, como decía Unamuno, es decir, desde la experiencia de lo vivido por la gente corriente, fuera del discurso académico.
Aunque, realmente, el suceso de la Guerra Civil es la excusa para tratar los temas que realmente son los principales de la novela.
Uno de los temas principales es el tratamiento del héroe moderno. Según Carlos Yushimito del Valle, escritor peruano, en un estudio sobre el tema dice:
«decide actuar motivado por sus propias convicciones y no condicionado en cambio por un grupo colectivo»
Javier Cercas propone con esta obra una forma de mirar aquel acontecimiento de la Guerra Civil, intentando ser lo más ecuánime posible. Pero según se avanza en la lectura de la obra y con la evolución del protagonista principal, Javier Cercas, se ve que este va evolucionando y que pasa de un simple interés por escribir una historia, a implicarse personalmente en la búsqueda de un héroe moderno, que finalmente, resultará  ser Miralles. Este es el elemento principal que le faltaba a la historia y sin el que el protagonista de la obra no hubiera sido capaz de terminarla porque no le encontraba el sentido que quería darle. 
En un principio, el personaje principal no es consciente de esta carencia, sabe que le falta algo a su historia pero no es capaz de encontrar ese elemento que falta. Al libro le faltaba algo y ese algo era el por qué de ese soldado republicano que no dispara ¿Qué pensó Miralles cuando se encontró con Sánchez Mazas cara a cara y se miraron a los ojos?
Las referencias a Sánchez Mazas como provocador falangista con una oratoria incendiaria son, en cierto modo, una toma de partido y una actitud de reconocimiento hacia los héroes olvidados y desconocidos.
Otro de sus temas principales en esta obra es la búsqueda del padre. En la obra Javier Cercas, personaje, acaba de perder a su padre, y al final lo encuentra en la personaje de Miralles.
El mismo Javier Cercas escribe:
“… al principio, Cercas ha perdido a su padre, y al final lo encuentra: quiero decir que encuentra a Miralles (el antiguo comunista superviviente a todas las batallas del que le habla Roberto Bolaño y sobre el que fábula con la posibilidad de que sea el miliciano que salvó la vida a Sánchez Mazas), que es una especie de padre simbólico o histórico, no sé, el caso es que encuentra a Miralles, y por eso, porque es el padre que perdió y ahora recupera se abraza a él. Estas simetrías son fruto de la manipulación de la realidad de la mentira, pero gracias a ellas, la novela deja de hablar de la España del año 1939 o de la Gerona del 2000, y pasa a hablar de lo que en realidad habla, y me importa. Porque la novela no habla, fundamentalmente de la Guerra Civil, aunque sea uno de sus temas y constituya un marco esencial. La novela, básicamente, habla de los héroes, de la posibilidad del heroísmo; habla de los muertos, y del hecho de que los muertos no están muertos del todo mientras haya alguien que los recuerde; habla de la búsqueda del padre, de Telémaco buscando a Ulises; habla de la inutilidad de la virtud y de la literatura como única forma de salvación personal…” (Diálogos de Salamina)
Aristóteles decía que la Poética es superior a la historia, porque, mientras la historia se ocupa de lo particular y concreto, de lo que atañe sólo a determinados hombres en determinadas circunstancias de tiempo y lugar, la literatura se ocupa de lo genera, de aquello que atañe a todos los hombres en cualquier época y circunstancia.
Por ese motivo, Javier Cercas, personaje, empieza viendo la historia como la narración de una situación remotamente acaecida durante una Guerra Civil que ya casi no se recuerda, de ahí su título, y sin embargo termina viéndolo como algo presente y actual, como algo que incumbe a todos.
También deberíamos mencionar la inclusión, en Soldados de Salamina, del artículo «Un secreto esencial», aparecido en El País en su edición para Cataluña de fecha 11 de marzo de 1999.
Este artículo es la génesis del libro posterior y habla del paralelismo entre las historias de Antonio Machado y Rafael Sánchez Mazas, dos escritores colocados en los polos opuestos en la trágica historia de la Guerra Civil, ya que ambos escritores se colocaron en bandos opuestos y cuando Sánchez Mazas parece escapar milagrosamente de la muerte, Antonio Machado encuentra la muerte en el exilio, más o menos en la misma fecha, cuando ya había perdido la esperanza en la victoria de su bando.
De esta manera, el artículo «Un secreto esencial» se convierte en el punto de partida de la investigación que realiza Javier Cercas, protagonista, partiendo de un artículo del Javier Cercas real. De esta manera el Javier Cercas real entra en el juego de paralelismos que utiliza en la novela como recurso.
El artículo está reproducido de forma completa a excepción de la primera palabra del texto. En Soldados de Salamina dice: «Se cumplen sesenta años de la muerte de Antonio Machado» y en el artículo original dice: «Acaban de cumplirse…» . Lo que le da al texto, con una pequeña modificación, una actualización temporal.
En gran medida la oposición entre los dos escritores será el eje central de la novela. La exagerada polarización fue lo que llevó al país a la Guerra Civil. Estos dos escritores estaban enfrentados, sin embargo, esto podía ser  por motivos ajenos a ellos mismos.
El paralelismo entre Machado y Sánchez Mazas se convertirá en la novela en un paralelismo entre Sánchez Mazas y Miralles que acabará convirtiéndose en el héroe.
Casualmente, Miralles es el único personaje totalmente imaginario de la novela.
Realmente, existe un individuo que Bolaño presenta en su narración de un hombre que luchó en las dos guerras, la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, pero que Javier Cercas, persona, transforma para que resulte la solución que buscaba para terminar su la novela.
En un  principio, Cercas real, nos presenta a Cercas personaje, como un periodista y escritor frustrado que quiere escribir y no puede y que busca una historia que encuentra y que al final la novela  le ayuda a encontrarse a sí mismo como escritor y que escribe Soldados de Salamina, el libro que estamos leyendo. Es el libro dentro de sí mismo.
Javier Cercas, escritor real, utiliza el viaje como medio para que el protagonista, Javier Cercas encuentre su historia. En un principio viaja con Conchi a Cancún donde pone en claro sus ideas y donde decide empezar a escribir el libro. Al final de la novela, el protagonista, encontrará en el viaje a Dijon el final de su historia, la pieza clave que le faltaba a su libro.
En la novela aparece otro motivo de interés, que se repite en diversas ocasiones y que es un motivo musical: la canción Suspiros de España. La primera vez que Javier Cercas, personaje, oye la canción, la oye en la calle en Gerona interpretada por dos gitanillos, mientras esperaba a Figueras.
“…me senté en la terraza. Nerviosamente miraba a un lado y a otro; mientras lo hacía aparecieron dos gitanos jóvenes –un hombre y una mujer–, con un teclado eléctrico, un micrófono y un altavoz, y se pusieron a tocar frente a la clientela. el hombre tocaba y la mujer cantaba. Tocaban, sobre todo, pasodobles: lo recuerdo muy Bien porque a Conchi le gustaban tanto los pasodobles que había intentado sin éxito que me inscribiera en un cursillo para aprender a bailarlos, y sobre todo porque fue la primera vez en mi vida que oí la letra de Suspiros de España, un pasodoble famosísimo del que yo ni siquiera sabía que tenía una letra.” (se incluye la letra en el texto, pag.47)
“Oyendo tocar y cantar a los gitanos pensé que ésa era la canción más triste del mundo; también, casi en secreto, que no me disgustaría bailarla algún día.” pag. 47
Esa misma canción la cantó y bailó el miliciano que salvó la vida de Sánchez Mazas, según el testimonio de Daniel Angelats.
“Pero me fijé en él, como todos mis compañeros, porque mientras nosotros paseábamos por el jardín él siempre estaba sentado en un banco y tarareando algo, canciones de moda y cosas así, y una tarde se levantó del banco y se puso a cantar Suspiros de España. ¿Lo has oído alguna vez? Claro, dijo Pere. Es el pasodoble favorito de Liliana dijo Sánchez Mazas. A mí me parece muy triste, pero a ella se le van los pies en cuanto oye cuatro notas. Lo hemos bailado tantas veces… Angelats vio que la brasa del cigarrillo de Sánchez Mazas enrojecía y se apagaba bruscamente, y luego oyó que su voz ronca y casi irónica se levantaba en un susurro y reconoció en el silencio de la moche la melodía y la letra del pasodoble, que le dieron unas ganas enormes de llorar porque le parecieron de golpe la letra y la música más tristes del mundo…” pag.119
“Que en vez de quedarse sentado en el banco, tarareando por lo bajo como siempre, aquella tarde se puso a cantar Suspiros de España en voz alta, y sonriendo y como dejándose arrastrar por una fuerza invisible se levantó y empezó a bailar por le jardín con los ojos cerrados, abrazando el fusil como si fuera una mujer…” pag. 120
Probablemente el mismo pasodoble era el que bailaba  Miralles en el camping con aquella mujer joven.
“Bolaño recordó entonces que una noche del último verano en que estuvo con Miralles, mientras hacía la primera ronda, ya de madrugada, oyó una música muy tenue que llegaba del extremo del camping, justo al lado de la valla que lo aislaba de un bosque de pinos. Más por curiosidad que para exigir que quitaran la música –sonaba tan baja que no podía estorbar el sueño de nadie–, se acercó sigilosamente y vio a una pareja bailando abrazada bajo la marquesina de una rulot. En la rulot reconoció la rulot de Miralles; la pareja, a Miralles y a Luz; en la música, un pasodoble muy triste y muy antiguo (o eso es lo que entonces le pareció a Bolaño) que muchas veces le había oído tararear entre dientes a Miralles.” pag. 160
Finalmente, este pasodoble podría ser la pieza clave para descubrir que Miralles podría ser el soldado que salvó la vida de Sánchez Mazas, aunque el no lo admitiera.
“–no le he contado una cosa –le dije a Miralles–, Sánchez Mazas conocía al soldado que le salvó. Una vez le vio bailando un pasodoble en el jardín del Collell. Solo. El pasodoble era Suspiros de España. –Miralles bajó de la acera y se arrimó al taxi, apoyó una mano grande en el cristal bajado. Yo estaba seguro de cuál iba a ser la respuesta, porque creía que Miralles no podía negarme la verdad. Casi como un ruego pregunté– : Era usted, ¿no?
Tras un instante de vacilación, Miralles sonrió ampliamente, afectuosamente, mostrando apenas su doble hilera de dientes desvencijados. Su respuesta fue:           –No”. pag. 202.
David Trueba llevó la historia al cine. Si se quiere conocer algo más sobre esta adaptación y también los comentarios del propio autor sobre el libro se puede encontrar la obra Diálogos de Salamina editada por Luis Alegre. Trueba asegura que entendió el texto y lo orientó cinematográficamente cuando, después de varias lecturas, de documentarse exhaustivamente sobre los falangistas y la Guerra Civil, descubrió que el protagonista no era Sánchez Mazas, ni el heroico Miralles, el miliciano que le perdona la vida, sino la mirada del autor.
El escritor Mario Vargas Llosa ha dicho sobre esta novela:
el libro es magnífico, en efecto, uno de los mejores que he leído en mucho tiempo y merecería tener innumerables lectores, en esta época en que se ha puesto de moda la literatura ligera, llamada de entretenimiento, porque así aquellos comprobarían que la literatura seria, la que se atreve a encarar los grandes temas y rehuye la facilidad, no tiene nada de aburrida, y, al contrario, es capaz también de encandilar a sus lectores, además de afectarlos de otras maneras.”

 

1 de julio de 2015

                                              Joseph Roth


                             «La cripta de los capuchinos»


Nuestro encuentro tendrá lugar el miércoles 15 de julio a las 10:15h. en Le Pion Magique. c/Alcorisa, 55 (junto al Palacio de Hielo)
Más información : tocandolibros.blogspot.com.es


24 de noviembre de 2014

Pedro Páramo – Juan Rulfo



 
 Pedro Páramo es una obra que ha hecho pasar a su autor a la historia de la literatura. Creo que esta es una idea que suscribirían la mayoría de los críticos y autores literarios. 

Podemos decir que Pedro Páramo es una novela, aunque cargada de lenguaje poético. Además, la narración está llena de diálogos, con lo que, finalmente, encontramos más diálogo que narración. Quizá fuera esto lo que facilitó su adaptación al cine.
La obra, trata diversos temas como la soledad, la muerte, la injusticia, la violencia, pero su tema principal son las ilusiones frustradas, una concepción desesperada de la vida.
Asimismo, se centra en temas típicos mejicanos como la búsqueda del padre, el sentimiento de hostilidad de la vida, el fatalismo, la necesidad de fantasía para alejarse de la realidad y una especial relación entre la vida y la muerte provocadas por la influencia de las religiones aztecas mezcladas con tradiciones cristianas. Pero de lo local trascenderá a lo universal. Juan Rulfo será capaz de convertir los temas locales, por su tratamiento, en temas universales.
En cuanto al lenguaje de la obra, tendremos que decir que es un lenguaje muy cuidado, elegido con esmero y extremadamente sobrio. Se mezclan raíces populares con lenguaje literario. La obra está llena de giros mejicanos y algunos vulgarismos como: nomás, semos, pos etc, con los que consigue transmitirnos la fuerza de la realidad.  


También encontramos en muchos pasajes un lenguaje poético, que llega a su máximo esplendor en el monólogo de Susana San Juan: “Mi cuerpo se sentía a gusto sobre el calor de la arena. Tenía los ojos cerrados, los brazos abiertos, desdobladas las piernas a la brisa del mar. Y el mar allí enfrente, lejano dejando apenas restos de espuma en mis pies al subir de su marea…” “…Era temprano, El mar corría y bajaba en olas. Se desprendía de su espuma y se iba, limpio, con su agua verde, en ondas calladas…”

Uno de los elementos más sorprendentes de esta obra es su estructura. La obra está sustentada en una estructura aparentemente desestructurada, pero donde realmente se asienta todo su desarrollo.
A pesar de esta ruptura, de tiempo y espacio, la obra relata algunos hechos históricos que nos situarán en el último tercio del siglo XIX y el primero del XX. El autor hace referencias a la revolución mejicana iniciada en 1910 y la insurrección de los cristeros que sucedió entre 1926 y 1928.

Asimismo, el personaje de Pedro Páramo encarna a todos los caciques mejicanos de la época y Comala representa a todos los áridos pueblos que se fueron quedando deshabitados a causa de las duras condiciones de vida. 
Como ya hemos dicho, se produce una ruptura del tiempo y el espacio tradicionales, pero en realidad, obedece a que la obra está asentada sobre tres planos distintos, dos expresos y otro prácticamente omitido pero que el lector llega a sentir.
En un principio, tenemos una pequeña imagen del plano de la realidad llegando a Comala: “Después de trastumbar los cerros, bajamos cada vez más. Habíamos dejado el aire caliente de allá arriba y nos íbamos hundiendo en el puro calor sin aire. Todo parecía estar como en espera de algo.  – Hace calor aquí – dije. Si, y esto no es nada – me contesto el otro- . Cálmese. Ya lo sentirá más fuerte cuando lleguemos a Comala. Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno. Con decirle que muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija”. Este plano de la realidad que apenas está expresado, pero que percibimos claramente, es de un pueblo abandonado, árido y seco imposible de habitar.
Es Abundio, el que introduce a Juan Preciado en Comala como si fuera Caronte, que le lleva al otro lado de la vida. Juan Preciado al llegar a Comala no puede soportar la soledad, el calor y la angustia que le produce todo lo que allí ve y fallece.
Los dos planos expresos son: un mundo de ánimas donde las almas se mueven y sobre todo hablan del pasado el presente y el futuro, sin tener en cuenta ni el tiempo ni el espacio, aunque siempre en el mundo cerrado de Comala. En este plano el autor da mayor relevancia a la palabra y a las voces que al movimiento. Constantemente se hoyen voces que quieren expresar algo, que les traen historias del pasado, que les causan sensaciones…

En este plano Comala aparece como una antesala del infierno de ahí viene su nombre, «comal» placa de barro que se coloca contra el fuego para después utilizarlo como cocina. En este mundo todos son ánimas, aunque durante toda la obra, no tenemos muy claro quien está vivo y quien no.

El protagonista de este plano es Juan Preciado hijo de Pedro Páramo y Dolores Preciado. Llega al pueblo buscando a su padre como había prometido a su madre en su lecho de muerte.  
Ya en este comienzo de la obra podemos vislumbrar la sensibilidad y la categoría de su autor: «Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo”. 
 El tercer plano de la historia está en el pasado. Su protagonista es Pedro Páramo y está narrado en tercera persona. La historia nos cuenta cómo era Comala cuando estaba habitado y Pedro Páramo era el cacique del pueblo rodeado de muerte y violencia. Este sólo tendrá una ilusión, materializada en su amor por Susana San Juan. Pedro Páramo ama a Susana durante toda su vida pero es un amor que no se podrá realizar de forma satisfactoria, porque Susana enloquece. 
Además de los tres planos en los que se desarrolla la obra, también serán tres los hijos de Pedro Páramo que se nos presentan a lo largo de la narración. 
El primer hijo será Abundio, que nos presenta la Comala real, aunque el también está muerto y sirve para introducir a Juan Preciado en Comala. 
El segundo será Juan Preciado que en un principio aparece como protagonista colocado en el plano de la realidad y que pasará, después, a pertenecer al mundo de las ánimas, donde charla con su compañera de tumba y a través de los cuales podremos conocer las historias de Comala y Pedro Páramo. 
El tercer hijo será Miguel. Este será el único de los tres que no tuvo madre conocida, que vivió con su padre y gozó de su cariño hasta su muerte accidental.
Lo poco de la realidad que podemos leer expresamente en la obra y el mundo de las ánimas, está narrado en primera persona por Juan Preciado. El mundo del pasado de Comala, cuando era un pueblo con vida, está narrado en tercera persona. 
La narración está dividida en 70 fragmentos. En los fragmentos 29 y 30 encontramos una pequeña estructura semejante a una tragedia griega. Hay un coro de voces femeninas lejanas: «Mi novia me dio un pañuelo con orillas de llorar… En falsete. Como si fueran mujeres las que cantaran”.
Al mismo tiempo, Juan Prieto se debate entre el mundo real y el fantasmagórico: «Pensé regresar. Sentí allá arriba la huella por donde había venido, como una herida abierta entre la negrura de los cerros. Entonces alguien me toco en los hombros. ¿Qué hace usted aquí?  Vine a buscar…- y ya iba a decir a quien, cuando me detuve-: vine a buscar a mi padre. ¿Y porqué no entra?…«
En ese mismo fragmento hay también un estribillo que podría repetirse durante toda la obra:
– “Me han pasado tantas cosas, que mejor quisiera dormir.
– Nosotros ya estábamos dormidos.
– Durmamos, pues
”.
Otro de los elementos integrantes de la obra que resulta sorprendente, es la narración de Juan Preciado de su propia muerte: «No había aire. Tuve que sorber el mismo aire que salía de mi boca, deteniéndolo con las manos antes de que se fuera. Lo sentía ir y venir, cada vez menos; hasta que se hizo tan delgado que se filtró entre mis dedos para siempre”.
Juan Preciado encarna la tradición del niño abandonado que busca a su padre. En esta búsqueda encontrará la muerte. 


Llegando a Comala Juan Preciado siente que llega hasta la puerta del infierno, lo que representa el fracaso de toda ilusión en el ser humanó igual que les sucede a otros personajes de la obra: «Es curioso, Dorotea, cómo no alcancé a ver ni el cielo. Al menos, quizá, debe ser el mismo que aquella conoció. -No lo sé, Juan Preciado. Hacía tantos años que no alzaba la cara, que me olvidé del cielo… Además, le perdí todo mi interés desde que el padre Rentería me aseguró que jamás conocería la gloria. Que ni siquiera de lejos la vería… Fue cosa de mis pecados; pero él no debía habérmelo dicho. Ya de por sí la vida se lleva con trabajos. Lo único que la hace a una mover los pies es la esperanza de que al morir la lleven a una de un lugar a otro; pero cuando a una le cierran una puerta y la que queda abierta es nomás la del Infierno, más vale no haber nacido… El Cielo para mí, Juan Preciado, está aquí, donde estoy ahora…«

Incluso Pedro Páramo que encarna a un cacique frío y violento, pierde la última ilusión que tenía en la vida al perder a Susana y se ve abocado a la soledad y a la desesperanza y se dejará morir.
Curiosamente la narración resultará circular, Abundio que introdujo a Juan Preciado en Comala aparecerá también cercano a la muerte de Pedro Páramo, como si de nuevo apareciera Caronte para acompañarle a la otra vida: «Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras«.      
Pilar Aguilar
13 de mayo de 2013

Corazón tan blanco – Breve apunte

Javier Marías Franco (Madrid e 1951) escritor, traductor y editor. su dedicación a las letras parecía casi irremediable siendo hijo del filósofo y escritor Julian Marías y de Dolores (Lolita) Franco también escritora. Es miembro de la Real Academia de la Lengua desde el año 2006 y ocupa el sillón R.

Su gran afición por la literatura inglesa y norteamericana viene como consecuencia de haber pasado gran parte de su infancia en EEUU y su profundo conocimiento del inglés, que le han llevado, también, a impartir clases, durante dos años, en la Universidad de Oxford.

Ha traducido libros de Robert Louis Stevenson, William Faulkner, Joseph Conrad, Thomas Hardy, Vladimir Navokov entre otros.

Empezó a escribir con dieciséis años y publicó su primera novela con diecinueve.

Algunas de sus novelas más relevantes son: Todas las almas, Negra espalda del tiempo, Mañana en la batalla piensa en mí, Tu rostro mañana y los Enamoramientos.

También ha publicado numerosos artículos en distintos medios de comunicación y varios libros de cuentos (para adultos).

Podríamos decir que Javier Marías es de los pocos escritores españoles actuales que tiene repercusión a nivel internacional y que está considerado como uno de los mejores de nuestro tiempo.

Javier Marías ha recibido muchos premios, entre otros el premio Nacional de Narrativa 2012 por su novela «Los enamoramientos». No quiso aceptar el premio ya que lleva rigurosamente a la práctica su idea de no aceptar ningún premio oficial o institucional. La causa, según el propio Marías, es no querer ser etiquetado como escritor favorecido por ningún gobierno, ni entrar en ningún juego político.

Javier Marías, como editor fundó la editorial Reino de Redonda. Se trata de una editorial muy pequeña que sólo edita dos o como máximo tres obras al año con una edición muy cuidada. No tiene ni plantilla, ni sede, ni colaboradores. Solamente trabajan en ella dos personas Javier Marías en Madrid y otra persona en Barcelona. Otorgan todos los años un premio cuya dotación es un ducado en el Reino de Redonda y una dotación económica que va cambiando de año en año.

Sería interesante, si pudierais consultar en Wikipedia: «Reino de Redonda» y también lo que cuenta el propio Javier Marías sobre la editorial en su blog.

Asimismo, también es interesante leer algo en un medio, en el que no sabemos por qué motivo aborrecen a Javier Marías: «La fiera literaria».

Centrándonos en su novela, «Corazón tan blanco», podemos decir que es una de sus obras más relevantes y que nos introduce de manera hipnótica en el universo Marías.

Es difícil separar unas obras de otras como algo individual. Marías crea un universo muy personal en el que, a veces, cuesta un poco entrar, pero en la medida en la que lo vamos conociendo nos vamos encontrando más cómodos. Esto nos lo facilita el que los nombres de los personajes se repiten. Las protagonistas siempre o casi siempre se llaman Luisa y también muchos de los apellidos de los demás personajes se van repitiendo como por ejemplo: Custardoy, Ruiberriz de Torres, Dolze etc. Asimismo, se repiten los escenarios siempre son Madrid, Londres, Oxford, Nueva York y La Habana.

Marías reflexiona sobre una variedad de temas que se van repitiendo. El amor, la infidelidad, el matrimonio, el tiempo, la violencia, el asesinato, la influencia de las palabras, los idiomas etc.

En este caso reflexiona sobre la conveniencia o no de ocultar los secretos a las personas con las que guardamos una relación más estrecha, en este caso su mujer. También reflexiona sobre la influencia que ejercen las palabras dichas en un momento dado a una persona determinada y las consecuencias que esto puede traer.

Además reflexiona sobre el asesinato, la culpa, la sospecha, la instigación y la conveniencia de hablar o no hablar . Los corazones «tan blancos» en el transcurso de la vida se van tiñendo y van dejando de ser tan blancos.

Todas estas reflexiones se realizan inmersas en una trama de novela casi policiaca, que comienza de forma impactante y es ese hecho inicial el que nos engancha la atención durante toda la novela. Acompañamos a Luisa e incluso al propio Juan, a pesar de sus inmensas dudas, en la curiosidad de saber que había sucedido con Teresa y con la primera mujer de su padre.

La novela tiene tres escenarios fundamentales: La Habana, Madrid y Nueva York. Aunque el escenario principal donde se desarrollan los hechos más trascendentales es Madrid.

El protagonista es un hombre recién casado, tímido e inteligente que se encuentra eclipsado por un padre atractivo y arrollador, que el día de su boda le formula una fatídica pregunta: ¿Y ahora qué?.

Juan utilizará a su mujer Luisa, como puente para relacionarse con su padre y para aclarar todos los misterios de su vida.

En esta historia aparecen situaciones metafóricas de una persona que observa la vida queriendo, a veces no verse involucrado en ella. Aunque la mayoría de las situaciones le atañen directamente.

  • el balcón del hotel de La Habana
  • la ventana de su casa por la que observa a Cuatardoy
  • esperando bajo la ventana de Berta en Nueva York
  • escuchando a través de la pared en La Habana
  • escuchando desde la puerta de su habitación en su casa de Madrid a Luisa y su padre

En todas estas situaciones, observa la vida desde la distancia y aunque algunas de ellas le sirven como excusa para la reflexión, sin que su vida se vea afectada directamente por ellas, como en el caso del balcón de La Habana o La historia de Berta en Nueva York, en otras se ve íntimamente afectado, pero prefiere tomar distancia.

Esta distancia, no debemos entenderla como equivalente a frialdad en las situaciones en las que se ve envuelto. El protagonista, es en el fondo apasionado y noble, lleno de buenos sentimientos, pero tiene pánico a verse impulsado, bien por otras personas o por la situaciones, a realizar acciones terribles que, sin embargo, no realiza. Es un personaje cargado de paciencia y que comprende los sentimientos y las acciones humanas aunque a veces sean espeluznantes.

La novela tiene poca acción, aunque en algunos momentos puntuales tenemos la sensación trepidante y arriesgada de las novelas policiacas que, nos hace mantener despierta la atención. El resto de la novela sucede en los pensamientos de nuestro protagonista.

La novela está muy bien construida, enlazando la acción con la reflexión. Aunque la narración es lineal, salvo en el caso del primer capítulo, consigue traernos y llevarnos constantemente a través del pensamiento y las narraciones de los personajes, del tiempo presente al pasado y viceversa. Pudiendo seguir, sin ningún problema, la historia.

La novela está escrita en primera persona y aunque, evidentemente, es ficticia, nos hace sentirla tan real que parece autobiográfica.

Lo que transmite Marías, más que una preocupación por los temas que trata, es la preocupación por lo que sienten las personas ante las distintas situaciones que plantea. Muchas veces incluso, a cerca de lo que piensan las personas, antes de haber ocurrido los hechos y otras veces, sobre sus consecuencias una vez ocurridos.

Si os interesa seguir leyendo otras obras de Javier Marías, creemos que sería interesante su obra «Todas las almas» que nos introduce de forma más sencilla en el universo Marías.